Hace poco caminando por mi casa ví un pichón de tortola caído tratando de volar, iba yo con mi compañera y mi hija, quise ayudar al pichón y lo subí al árbol donde estaba su nido, lo hice hasta tres veces y en ese mismo número el animal saltaba del temor creo yo, al final lo deje y seguimos caminando. Luego veo el árbol frente a mi casa, es un tipo llamado surubio, imponente que varias veces me ha sacado la rabia por la cantidad de hojas que arroja al techo de mi vivienda y que debo estar limpiando con riesgos por ser un tercer piso, para evitar en temporada de lluvia posibles goteras, lo veo y lo admiro le digo padre árbol y él esta ahí se que me ha escuchado en cada momento y sigue ahí.
Ya con una persona me sucedió lo siguiente, él es un joven de unos 25 años llamado José David, desde hace algunos meses circula por el sector donde vivo, duerme en la calle, recicla y hace lo que se presente para sobrevivir, ha tocado a mi casa muchas veces para pedir algo de comer o beber, también de vestir, tiene adicción a algún alucinogeno, lo he ayudado en los momentos que he podido, una vez le propuse que me ayudara a pintar un apartamento pequeño y que le pagaba, le dije que eran dos días de trabajo y llegamos a un acuerdo de pago, quedamos en que llegaba a mi casa a una hora y salíamos a realizar el trabajo, llego el momento y no aparecía y despúes de un buen rato fuí a los alrededores y lo encontre durmiendo, en fin nos fuimos para el apartamento y se notaba además de trasnochado, deshidratado y ansioso, aún así trabajamos ese día, nos invitaron a almorzar y yo salí antes de él que quedo terminando lo del día, al rato me llama quien nos invito a almorzar y me lo paso y me dijo que si se podía ir, le dije que era extraño pero listo que lo esperaba al otro día cumplido para que volvieramos me dijo que si. Al día siguiente, lo espere y busque y no apareció, me fui disgustado a terminar solo la labor y en la tarde lo hice, en horas de la noche apareció José, es de anotar que le había pagado gran parte de lo acordado el día anterior, cuando me vió dijo que le había pasado algo y no había podido llegar que si le podía dar otro parte del día anterior que el consideraba era más, me molesto y le dije que era irresponsable pedir más porque el día anterior no había cumplido y que este día menos, pero en medio de mi molestia le dije, hagamos algo, le doy lo que me pide pero a mi no me vuelva a buscar para nada, me pierde para apoyarlo porque siento que ud no quiere salir como me ha dicho, de su vida actual, lo penso y al final dijo, deme el dinero. Anoto, que como terapeuta le dije que le brindaba atención psicológica también además de lo material, hasta le ofrecí ayudarlo a internar en una institución para desintoxicar, pero realmente las veces que me busco siento que fue para lo material, ropa, dinero, comida, lo otro aún no le interesaba. Hoy aún duerme por el sector, yo lo saludo pero evito brindarle ya algo y el también lo evita aunque se trata de acercar.
Todos somos únicos, una planta, un pájaro, una persona, cada uno venimos a este mundo a cumplir algo, no por karma que es un engaño y en otro momento lo hablaré, sino a vivir la experiencia que corresponda para que salgamos de esta realidad y trascendamos como seres que somos, pero cada momento comprendo que a nadie podemos forzar a vivir diferente si ese otro ser no lo pide, incluso que aunque lo pida si no es a conciencia no durará, yo lo he ido comprendiendo observandobe y observando al otro, porque muchas veces desde mi óptica creo tener la razón y quiero que el otro entre en esa razón, cuando lo que estoy haciendo es forzarlo en su proceso, ni mi pareja, ni mi hija puedo forazarlo, lo mejor es brindar mis conocimientos y experiencias desde el amor, sin juicios, y sin prejuicios, dar sin esperar, dar sin forzar, no manipular, así me salgo de ese ciclo donde por tener algo me creo mejor, así me reconozco como parte del todo y comprendo que cada uno lleva su proceso y aunque este me parezca a veces doloroso y quiera intervenir, aún así no lo debo hacer por respeto ante el otro, no vine a salvar el mundo, vine a ayudar a un mundo mejor desde mi estado de conciencia, claro que puedo apoyar al pájaro caído, pero no puedo forzar a que se quede en el nido si así no lo quiere, aunque eso represente su muerte, vine a vivir en armonía, en amor aceptando mi eterno presente, soltando apegos y aún lo sigo aprendiendo y comprendiendo.
