lunes, 11 de abril de 2016

Perdonar mejora tu salud, aprende cómo hacerlo

Apenas imaginamos lo curativo que puede llegar a ser el perdón y cómo puede liberarnos del pasado y ofrecernos el júbilo de vivir plenamente el momento presente.
Ahora bien, perdonar es algo más que aceptar unas simples disculpas por amabilidad o por cualquier otra razón, cuando en realidad no tenemos verdaderamente la intención de hacerlo.

Las consecuencias de no perdonar

Otras veces, para no perdonar, ocurre que nos acogemos al daño que nos hizo alguien sin quererlo soltar ni olvidar, porque de esa forma pensamos que nos estamos protegiendo de que se nos vuelva a hacer daño.
Si alguien nos traicionó, puede que digamos que jamás volveremos a confiar en esa persona, e incluso que no confiaremos nunca más en nadie, e incluso -a veces- no sin antes habernos tratado de confiados, tontos e ilusos
Así podemos escuchar frases cómo: –”yo perdono, pero no olvido“, –”yo perdonar, perdono, pero a mí no me la vuelven a hacer más”, u otras similares.
En medio de esta confusión respecto al perdón, no sólo nos estamos dedicando a mantener lo que nos hace daño, sino que también nos estamos cerrando a lo que puede curarnos.
Y es que no perdonar nos mantiene unidos o enganchados a incidentes de nuestra vida ocurridos en el pasado, y siempre que nos aferramos en agravios pasados, nos estamos condenando a sufrir por ello.

La liberación y la curación por el perdón

Perdonar nos libera; detiene nuestras propias batallas interiores; nos permite dejar de reciclar la ira y la culpa.
Sabemos que reciclar el papel es fantástico porque así se talan menos árboles, pero no reciclar la ira y la culpa sólo sirve para obstaculizar que en nuestro corazón pueda florecer el auténtico amor.
Perdonar nos permite saber quienes somos verdaderamente, pues con el perdón en nuestro corazón podemos experimentar nuestra verdadera esencia como amor. Y es que perdonar, como un acto de amor, es la mejor medicina para curar nuestras heridas.
Perdonar tiene el poder de curar tanto nuestra vida interior como nuestra vida externa; puede cambiar el modo en que nos vemos a nosotros mismos  y a los demás; cambiar la manera en como experimentamos el mundo, y sanar los conflictos internos que arrastramos día a día.
Imagina la paz que podría haber en nuestro planeta si todas las personas en el mundo se liberaran de los viejos agravios ocasionados por otros. Imagina lo que pasaría si perdonáramos enfrentamientos que han durado siglos a partir de diferencias raciales o religiosas, así como perjuicios cometidos en el pasado.

Cómo aprender a perdonar

Es posible que estés pensando que tu sí quieres perdonar, pero que no sabes cómo hacerlo. En ese caso, no tengas prisa, pues a perdonar se aprende poco a poco y con un único medio que es con amor.
Perdón y amor que tenemos que aplicar, quizá, en muchas relaciones: padres, hermanos, otros miembros de nuestra familia, cónyuges, anteriores parejas, relaciones de amor o amistad que ha habido en nuestra vida, figuras de autoridad, maestros, jefes, amigos, compañeros; quizá accidentes, ofensas odelitos causados por extraños.
Y no nos olvidemos de nosotros mismos, de nuestro cuerpo físico, de nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos pasados y presentes, incluso fuerzas superiores a nosotros: Dios, la naturaleza y la vida misma.
Cuando revisamos todo esto nos damos cuenta de lo mucho quenecesitamos perdonar, y que, tomando esa sabia decisión, lo haremos poco a poco, sin prisas, estando dispuestos a ello nos acercamos irremediablemente a la naturaleza del perdón.
Desde tu corazón.
Con todo tu ser.
Elige la paz.
Elige el perdón.
Marisa Navarro

Volver

Volver de donde nunca he ido y cuando nunca me he ido..volver a escribir cuando la última vez que lo hice estaba trabajando con aburrición y mirando cada día una ventana con esperanza y hoy miro una habitación...a veces con alegría, otras con desesperación pero siempre con felicidad...viendo mis compañeros de viaje 3 perros y dos gatos, Toby, Pecas, Morocha, Candy y Mimi..compañeros que cada día me entregan lo que son sin miramiento...si nunca me fui de ellos ni ellos de mi...ahí estaban siempre aunque yo los descuidara.

Volver a donde si soy de aca, de alla...cuando fui a China descubrí que esa también es mi tierra, como lo es la Guajira, Cartagena, San Andres Isla, Capurgana, Ecuador, Venezuela o cualquier país que haya pisado...descubrí que los países son divisiones arbitrarias como decía Anthony de Mello, pero desde el aire ni se notan, son divisiones que ya están en nuestras mentes y con ellas se causan guerras si no tomamos consciencia...si volví a donde siempre he estado porque esto es de todos y todos somos de todos..y todos somos uno, así de fácil..buscando estamos y ya se que lo que buscaba esta en mí...ahora queda el trabajo de sacarlo y botar ese miedo cobarde que me acobarda...volví donde siempre fui.