miércoles, 17 de noviembre de 2021

Decreto de Valoración Propia

 Desde muy joven he sido una persona que exijo y me exijo cumplir a rajatabla que cuando tenía un compromiso y si decía una hora a esa hora o antes debía llegar, era una exigencia y ante los demás también, me incomodaba que alguien no llegará a la hora comprometida y acordada. Cierta ocasión invité a una amiga a cine, ella me gustaba mucho, pero ella tenía un detalle normalmente llegaba tarde a sus compromisos, lo sabía porque estudiaba con ella, aún así la invite y justo me dejo esperando más de 15 minutos, los cuales no acepte y me entre a ver la película, ella se molesto y me dijo posteriormente que había llegado, le dije que sí pero que tarde y no la iba a esperar. Lo particular es que no recuerdo la película que ví, recuerdo que me parecía injusto que ella llegará tarde, recuerdo la molestia que sentí. Asi seguí mi trasegar y a la edad actual aún tengo rasgos de ese estilo donde si no llega alguien puntual a la hora acordad, siento que me irrespetan, que no me valoran, que el otro es inconsciente. 


Desde hace algún tiempo he roto ese paradigma de la puntualidad, de molestarme e incomodarme si yo llego tarde y mucho más si alguien lo hace conmigo. Me he dado cuenta que me auto exijo ser cumplido con mis compromisos, puede ser con alguien que sé que no le importa mucho, pero le decía a mi pareja, es que por respeto yo llego a la hora que es o llamo si me retraso, pero aún llamando siento que si no llego el otro pensará mal de mí o me juzgará como alguien irresponsable. Eso hago yo cuando alguien llega tarde a un compromiso, creó que no me valora, no me respeta, creo que es una desorganizada en su vida...juzgo. Todo esto se extrapola a lo que soy en mi vida, una persona que cumple su palabra aunque no tenga un contrato escrito, alguien que no renuncia a un trabajo que ya cumple su ciclo porque le dió una palabra a una persona amiga que lo contacto y con quien se comprometió. Soy alguien que se ha sacrificado por cumplirle al otro y así sentirse importante y valorado, alguien que se ha puesto en segundo lugar con tal de mostrar al mundo que cumple. 


De donde viene ese compromiso a ser cumplido en todo lo que hago? Por un lado me he dado cuenta, que de mi madre el cumplimiento es algo sagrado, ella cuando invita a comer y le digo a una hora me espera a esa hora y si no llego o incluso llamando a decir que me retraso, se molesta si no cumplo, a veces ni lo demuestra abiertamente pero se siente en el ambiente. Esto es otra cosa de ser cumplido y decirle al cerebro hay que ser flexible pero no creérselo, yo lo he hecho y me dije alguna vez, voy a ser flexible y voy a esperar 15 minutos sin molestarme, luego fui más flexible y me dije no me enojaré, y la verdad me esforcé y lo demostré al otro, pero en mis adentros aún había incomodidad, así que realmente no fui flexible, no cambie en esencia porque no lo hice desde la conciencia. Retomando de donde viene ese compromiso, la otra fuente que detectó es mi abuelo materno (se nota la conexión padre hija con mi madre y su influencia en mí), mi abuelo era un ser hermoso que me inculco que la palabra es sagrada, que hay que madrugar para que dios ayude, que se debe cumplir con lo que se dice. Todo esto se impregno en mi de mi madre y abuelo y claro hay más personas, lo particular es que no me explicaron claramente, yo lo asumí a mi manera y así crecí, creyendo que debo exigirme ser cumplido y si no lo hago yo no me valoran, no me respetan, no me aceptan y si el otro no lo hace es porque no me respeta, no me valora, no me acepta. De hecho me alejaba de la gente incumplida, la juzgaba...me autorechazaba.


He ido caminando y literalmente hoy me libero de la esclavitud de ser puntual del compromiso de hacerlo para ser respetado, aceptado, valorado, amado...no es malo ser cumplido con tu palabra, lo que no es necesario es creer que eso es lo que me hace ser aceptado, amado o respetado, o que eso es lo que los demás necesitan para yo respetar o amar. Confundí ser comprometido a sentirme aceptado por mi madre si no lo hacía, así que me siento comprometido es conmigo libre de ser puntual con la rigidez mental y el autocastigo si no lo soy. Mi amor no depende de llegar a una hora exacta, mi amor, mi respeto y mi aceptación no son una hora exacta, suelto y libero esa creencia y ahora Decreto que soy una persona amada, empática, valerosa, amable sin juicios que acepto al otro como es y que me acepto como soy. 

Ser cumplido es importante pero es un juicio de valor que cada uno interpetra desde sus creencias, lo importante es respetar al otro por lo que es y respetarse a si mismo sin engaño, sin enojo, estar comprometido consigo mismo no requiere la aprobación del otro...soy libre del compromiso de ser puntual para sentirme amado. Soy amado en esencia y amonía y así soy comprometido con lo que digo y hago sin rigidez y puedo cambiar de opinión o de actitud si así lo requiero aunque al otro no le guste, ya dejo de estar en un lugar secundario en mi vida y me declaro es ser más importante para MÍ.



martes, 9 de noviembre de 2021

Usted no sabe quien soy yo

 En mi país y en Latinoamérica en general la frase, o pregunta Ud no sabe quién soy yo? se ha vuelto famosa sobre todo cuando una persona famosa y/o con dinero la pronuncia ante una autoridad que le hará una sanción o ante una interpelación por algo. Por ejemplo en Colombia un político conduciendo en su vehículo lo detienen por ir borracho y sucede que le dice a la autoridad la famosa pregunta y justo la autoridad o otra persona lo graba y se vuelve viral.  La sociedad en su mayoría, se indigna por la actitud altiva y soberbia del personaje público que debería ser ejemplo para sus votantes, el personaje sale a pedir disculpas ante el agobio de los medios y las redes sociales. Pero será que dejo de creer que los demás deben respetarlo por su cargo, fama o dinero?

Me he preguntado si en general la mayoría de personas no nos comportamos como dichos personajes que se dejan llevar por su ego, quizás no lo decimos abiertamente pero nuestros comportamientos muchas veces muestran que le decimos al otro ¿Ud no sabe quién soy yo? Pero cuando lo hacemos?. Revisemos por ejemplo al conducir tu auto si muchas veces la luz cambia a roja justo al llegar conduciendo y quizás quieres pasarte o que la luz cambie rápidamente, ahí le estamos diciendo al transeúnte que importo más porque voy en mi vehículo que debe respetarme. O cuando voy en una fila de personas y alguien se mete sin preguntar, ese otro me dice si el no sabe quien es con su comportamiento pero curiosamente yo también lo hago con mi pensamiento, este quien se cree que no respeta. Si ambos se comportan con soberbia y altivez, no hay respeto. 

Miremos otro ejemplo, cuando se compra ropa y es de marca y dejo que la marca hable por mi, uso tenis, pantalón y camisa de marca, le digo al mundo soy una persona de marca y quizás me estoy diciendo, aunque sea inconscientemente,  miren que tengo una marca buena y famosa, ud no sabe quién soy yo? y quizás para mis adentros pienso me siento bien y si veo a otro sin marcas, lo juzgo creyéndome más por mi ropa de marca. Otro ejemplo, cuando un profesional necesita que le digan doctor, ingeniero, etc., porque estudio y merece que los demás lo reconozcan, eso es una actitud de ud no sabe quien soy yo. Cuando los padres o abuelos dicen que los niños de hoy en día no respetan a los mayores, que ni saludan, eso es una actitud de ud no sabe quien soy yo. 

El comportamiento de ud no sabe quien soy yo, es una actitud de orgullo y soberbia, de muestra que mi ego habla por mi y no mi amor y armonía, muestra que no me respeto y muestra también inseguridad, mis hechos hablan por mi y mi boca lo refuerza. Cuando me expreso desde el amor, no necesito decirle al otro, ud no sabe quien soy yo, no tengo que ser el primero, no tengo que ser último, no tengo que decirle al de la taquilla del cine que salude o al vigilante, no tengo que creer que una marca famosa que uso me domina, no tengo que alardear de mis títulos o de mi cargo, ni siquiera como padre tengo que darme la imagen que en casa todos deben obedecerme o por lo menos pedirme permiso. 

Debemos comprender que no soy lo que me pongo, no soy un título, no soy la edad, no soy la nacionalidad, todo ello es una programación manipuladora para que consuma, para que me controlen, para que actué sin conciencia, nacimos y ya somos seres, no necesito de un título para ser alguien en la vida, así que cuando volvamos a juzgar al personaje famoso que responde a una autoridad, Ud no sabe quién soy yo?, mirémonos si ese es el reflejo de mí, que no quiere analizar ni enfrentar pero en el fondo le estoy diciendo al mundo que me rodea lo mismo.

Somos espíritus viviendo una experiencia en la carne, así que disfrutémosla sin que ella nos controle. Soy conciencia, soy equilibrio, soy amor, soy respeto, soy armonía...al serlo vivo en un mundo donde me domina el amor como guía.