martes, 23 de agosto de 2016

No vemos las cosas como son, las vemos como somos nosotros. Entrevista a Echart Tolle.

Pregunta: ¿Qué es la Iluminación?
Echart Tolle: Un mendigo había estado sentado a la orilla de un camino durante más de 30 años. Un día pasó por allí un extraño. “¿Tienes algunas monedas?”, murmuró el mendigo, estirando mecánicamente el brazo con su vieja gorra. “No tengo nada que darte”, respondió el extraño. Y luego preguntó, “¿Qué es eso sobre lo que estás sentado?”. “Nada”, replicó el mendigo, “sólo una caja vieja. He estado sentado sobre ella desde que tengo memoria”. “¿Alguna vez has mirado en su interior?”, preguntó el extraño. “No”, respondió el mendigo, “¿Para qué? No hay nada adentro”. “Echa una ojeada”, insistió el extraño. El mendigo logró entreabrir la tapa. Para su asombro, incredulidad y euforia, descubrió que la caja estaba llena de oro.
Yo soy ese extraño que no tiene nada para darte y que te dice que mires en tu interior. No dentro de alguna caja -como en la parábola- sino en un lugar aún más cercano: dentro de ti mismo. “Pero no soy un mendigo”, te puedo oír decir.
Aquellos que no han descubierto su verdadera riqueza -la brillante joya del Ser y la profunda e inalterable paz que se encuentra en ese lugar-, son mendigos, aún cuando tengan gran riqueza material. Buscan externamente desechos de placer o plenitud -para la validación, la seguridad o el amor-, mientras en su interior tienen un tesoro que no sólo incluye todas esas cosas, sino que es infinitamente más grande que cualquier cosa que el mundo pueda ofrecer.
La palabra “iluminación” evoca la idea de algún logro sobrehumano, y al ego le gusta verlo así; sin embargo, se trata simplemente de tu estado natural sentido de unión con el Ser. Es un estado de conexión con algo inconmensurable e indestructible, algo que, casi paradójicamente, eres tú en esencia y que, sin embargo, es mucho más grande que tú. Es el encuentro de tu verdadera naturaleza, más allá de nombres y formas. La incapacidad de encontrar esta conexión da origen a la ilusión de separación de ti mismo y del mundo que te rodea. Te percibes entonces a ti mismo, consciente o inconscientemente, como un fragmento aislado. Surge el temor, y el conflicto -interno y externo- se vuelve habitual.
Me gusta la sencilla manera en que el Buda define el estado de iluminación: “el fin del sufrimiento”. ¿Hay acaso algo sobrehumano en esto? Por supuesto, como definición es incompleta. Sólo te dice lo que la iluminación no es: no es sufrimiento. Pero, ¿qué es lo que queda cuando ya no hay sufrimiento? El Buda guarda silencio al respecto, y su silencio implica que tendrás que descubrir eso por ti mismo. Utiliza una definición negativa, de modo que la mente no pueda transformarlo en algo en qué creer o en algún logro sobrehumano, en una meta que te sea imposible alcanzar. A pesar de esta precaución, la mayoría de los budistas sigue creyendo que la iluminación es para el Buda -no para ellos- al menos por esta vida.
Pregunta: ¿Cuál es el mayor obstáculo para experimentar esta realidad?
Eckhart Tolle: La identificación con tu mente, lo que hace que el pensamiento se vuelva compulsivo. No poder dejar de pensar es una espantosa calamidad, pero no nos damos cuenta de esto porque casi todo el mundo la sufre, así que es considerada “normal”. Este ruido mental incesante te impide hallar ese dominio de quietud interna que es inseparable del Ser. Esto también crea un falso “yo” -fabricado por la mente-, que extiende una sombra de temor y sufrimiento. Examinaremos todo eso en más detalle más adelante.
El filósofo Descartes creyó haber encontrado la verdad más fundamental cuando formuló su famosa frase: “Pienso, luego existo”. De hecho, expresó con eso el error más fundamental: igualar el pensar con el Ser y la identidad con el pensar. El pensador compulsivo -y casi todo el mundo lo es- vive en un estado de aparente separación, en un insanamente complejo mundo de problemas y conflictos continuos, un mundo que refleja la creciente fragmentación de la mente. La iluminación es un estado de “completitud”, de “ser uno”, y por tanto se está en paz. Se es uno con la vida en su aspecto manifiesto -el mundo- así como con tu yo más profundo y la vida no manifiesta -uno con el Ser-. La iluminación no es sólo el fin del sufrimiento y del continuo conflicto interno y externo, sino también el fin de la horrible esclavitud del pensar incesante. ¡Qué increíble liberación es!
Identificarte con tu mente genera una cortina opaca de conceptos, etiquetas, imágenes, palabras, juicios y definiciones que impiden toda relación verdadera. La cortina se interpone entre tú y tú mismo, entre tú y los demás hombres y mujeres, entre tú y la naturaleza, entre tú y Dios. Es esta cortina de pensamiento la que crea la ilusión de la separación, la ilusión de que hay un tú y un “otro” enteramente separado. Olvidas entonces la realidad esencial de que, debajo del nivel de las apariencias físicas y las formas separadas, eres uno con todo lo que existe. Con “olvidas”, me refiero a que ya no logras sentir esta unión como una realidad evidente por sí misma. Puedes creer que es así, pero ya no sabes si lo es o no. Una creencia puede ser tranquilizadora. Sólo es liberadora, sin embargo, a través de tu propia experiencia.
Pensar se ha vuelto una enfermedad. La enfermedad se presenta cuando las cosas se desequilibran. Por ejemplo, no hay nada malo con que las células se dividan y multipliquen en el cuerpo, pero cuando este proceso prosigue en forma independiente del organismo completo, las células proliferan y tendremos una enfermedad.
La mente es un instrumento soberbio si la usamos correctamente. Si se le usa en forma incorrecta, sin embargo, se vuelve muy destructiva. Para ser más preciso, no se trata tanto de que uses tu mente del modo incorrecto -en general no la usas para nada-. Ella te usa. Ésa es la enfermedad. Crees que eres tu mente. Ese es el delirio. El instrumento se ha apropiado de ti.
Pregunta: No estoy enteramente de acuerdo. Es cierto que pienso mucho sin sentido alguno -como la mayoría de las personas-, pero aún puedo utilizar mi mente para lograr cosas, y hago eso todo el tiempo.
Eckhart Tolle: Sólo porque puedes resolver un acertijo de palabras o construir una bomba atómica, no significa que puedes utilizar tu mente. Tal como a los perros les encanta morder huesos, a la mente le encanta hincarle sus dientes a los problemas. Es por eso que resuelve acertijos y construye bombas atómicas. A ti no te interesan esas cosas. Permíteme preguntarte esto: ¿puedes liberarte de tu mente cada vez que quieres? ¿Has hallado el botón que detiene todo el mecanismo?
Pregunta: ¿Te refieres a dejar de pensar? No, no puedo hacerlo, excepto quizás por unos instantes.
Eckhart Tolle: Entonces la mente te utiliza a ti. Inconscientemente, te has identificado con ella, de modo que ni siquiera te das cuenta de que eres su esclavo. Es casi como si fueses poseído sin darte cuenta: crees que la entidad que se posesionó de ti eres tú mismo.
La libertad se inicia dándote cuenta de que no eres esa entidad que se posesionó de ti -el pensador- Saber esto te permite observar a la entidad.Apenas comienzas a observar al pensador, comienza a activarse un nivel más alto de conciencia. Comienzas entonces a darte cuenta de que hay un enorme ámbito de inteligencia más allá del pensamiento, y que ese pensamiento es sólo un diminuto aspecto de esa inteligencia. También te das cuenta de que todas las cosas que realmente importan -la belleza, el amor, la creatividad, la alegría, la paz interior- tienen su origen más allá de la mente.

domingo, 21 de agosto de 2016

Conocimiento o conciencia

Hoy leyendo un artículo de una columnista que perdió su hijo, quien se suicido al parecer por cuestiones de depresion y que la madre aún no se explica, a ella le llego un texto de un profesor de arte de la universidad prestigiosa donde ella laboro, y hablaba del matoneo que fue sometido su hijo durante una epoca de su vida, el texto lo envio una persona con muchos estudios...y cartones. Al parecer alguien muy conocedor.

Lo anterior me hizo reflexionar sobre mis conocimientos, mis creencias me han condicionado a creer que el conocimiento se valida con un diploma, con un cartón, como vulgarmente se le dice, si y me dedique a conseguir cartones, estudie una tecnología, luego una profesional, luego un postgrado e infinidad de cursos y eventos que daban un carton, incluso aún conservo algunos que me sirven para mostrarle al mundo que si tengo los conocimientos que pregono, con eso me defiendo y me aceptan, pues sin ellos ni podría haber laborado y escalado en mi labor hasta llegar a ser un profesional. Por otro lado, la vida me brindo una gran amiga que no tiene tantos cartones como yo, es más creo que tendrá uno o dos, pero que tiene muchos conocimientos sobre aspectos de la vida que son muy valiosos. Lo curioso es que ella y yo nos parecemos en esto mucho, por un lado mis cartones y por el otro la ausencia de ellos, pero al fin el miedo a demostrarnos que podemos dar a otros mucho de lo que sabemos aún sin tener un cartón que lo acredite. Si mis cartones me respaldan, pero hoy conozco y me interesan otros temas de la vida más interior, pero no tengo los cartones que me avalan y eso me da inseguridad, miedo. Ella tiene los conocimiento y tampoco tiene los cartones que la avalan...pero parece tener miedo.

Vaya como nos han programado, a creer que un cartón es lo que vale y así crecimos creyendo que el conocimiento se logra porque tenemos un cartón, así escalamos en la sociedad, para ser alguien la vida, como dicen algunos...pero si nos hubieran enseñado que ya eramos alguien en la vida, que valemos porque todos tenemos un soplo divino y que el cartón puede ser importante pero en si no es lo que somos...que vale más ser conciente de lo que vivimos, que es más importante respetar al otro, no juzgar, amar en esencia y no tanto conseguir para que nos acepten.

El profesor creyó que ayudaba a la madre recordando un episodio dramático de la vida de su hijo, creyó quizás que sus cartones lo respaldaban para recordar tanto dolor y que antes estaba ayudando y aunque menciona que lo hizo por compasión, parece notarse que le falto compasión, porque no se puso en el respeto por el otro, quizo ayudar desde su conocimiento y no desde su conciencia y así causo un dolor grande. Así tantas veces hice yo juicios y aún creo tener la razón cuando lanzo mis ideas y las defiendo concluyendo que si tengo el conocimiento...y lo que realmente estoy haciendo es aferrandome a lo que dice un cartón y a veces...muchas veces me olvido de la conciencia y por ello el miedo me domina para poder compartir y ayudar a otros...

Buena enseñanza la de hoy....para mi.

viernes, 12 de agosto de 2016

Un Ser Completo….

Está demasiado ocupado siendo para fijarse en lo que hacen sus vecinos.
Se distingue de los demás por su capacidad de estar creativamente vivo en todo momento.
Es una persona que disfruta de todo lo que les brinda la vida.
Se siente cómodo haciendo cualquier cosa y no pierde el tiempo quejándose o deseando que las cosas fueran de otra manera. No se trata de que disfrute de todo lo que le sucede, sino de una sabia aceptación de lo que es.
No malgasta su tiempo arrepintiéndose por algo que hicieron y que desearían no haber hecho, o molestos porque les disgusta algo que hicieron en algún momento de su vida pasada. La carencia total de culpa es una de las características de las personas sanas, nada de lamentos por lo que pasó y nada de esfuerzos por lograr que otros escojan la culpa.
No manipula a los demás diciéndoles lo malos que han sido.
No se enfadará contigo, simplemente no te hará caso, te ignorará. En vez de molestarse contigo, preferirá irse o cambiar de tema.
Sin mayor ceremonia, deja de lado la culpa cuando la encuentra en su camino.
No es un planificador de futuro ni ahorrador para el futuro. Se mantiene libre de la preocupación y ansiedad que acompaña al pensar en el futuro.
No está dispuesto a pasar sus momentos presentes sufriendo por cosas que pueden suceder en el futuro y sobre las que no tiene ningún control.
Vive en el presente ahora y no en el pasado o en el futuro.
Le encanta la ambigüedad. No se siente amenazado por lo desconocido y busca nuevas experiencias que no le son familiares.
No es postergador, ni de los que ahorran para tiempos malos.
No se siente amenazado por reproches que provengan de sí mismo. Aprecia y disfruta ahora de su felicidad y cuando el futuro llegue y se convierta en presente, lo apreciará y disfrutará también. La mayoría de la gente que vive esperando las retribuciones sin ser capaces jamás de cogerlas cuando se les presentan.
Le gusta estar solo a veces, y se preocupa mucho de proteger su intimidad. No se compromete sentimentalmente con mucha gente. Es selectivo en el amor, pero es también profundamente afectuoso. Si alguien le necesita, rechaza esta necesidad, por entender que es perjudicial tanto para la otra persona como para él mismo. Quiere que la persona que ama sea independiente, que haga sus propias elecciones y que viva su vida por sí misma. Rehúsa depender de la gente y que dependan de él en una relación madura.
Es muy independiente de la opinión de los demás, no le importa prácticamente nada si a la otra persona le gusta lo que dice o hace.
No necesita ser amado por todo el mundo, ni tiene excesiva necesidad de aprobación. Reconoce que siempre habrá quien desapruebe lo que hace.
No es rebelde, pero hace sus propias elecciones. Es dueño de sí mismo y aunque considera que la vida social es importante, se niega a dejar que ésta les gobierne o a convertirse en un esclavo de la misma.
Sabe reír y hacer reír. Descubre el humor en casi todas las situaciones y se puede reír de los acontecimientos más absurdos lo mismo que de los más serios. Jamás usa el ridículo para hacer reír. No se ríe de la gente, sino con la gente. Se ría de la vida y lo ve todo como un gran divertimento, aunque se toma muy en serio sus proyectos.
Se acepta a sí mismo sin quejas. Sabe que es un ser humano y que serlo implica ciertos atributos. Sabe cual es su físico y lo acepta. No falsea su aspecto físico. No se esconde tras artificios ni se disculpa por ser como es.
Jamás se queja de cosas que no pueden cambiar como las olas de calor.
Toma el mundo como es, como un niño que acepta el mundo natural y disfruta de todo lo que éste le ofrece. Jamás se cansa de un atardecer o de una excursión por el bosque.
No se siente inmovilizado por los problemas que a menudo inmovilizan a otra gente. Para él son tan solo pequeñas molestias.
Tiene percepciones claras en lo que a él mismo respecta y reconoce inmediatamente lo que los demás están tratando de hacerle.
Nota su autovaloración ubicada dentro de sí mismo, por lo que cualquier problema externo no lo ve como una amenaza o un desafío para su propia valía. El problema solo es para él un obstáculo a vencer y no un reflejo de lo que es o deja de ser como persona.
Nunca pelea inútilmente. No es partidario del autobombo como forma de atraer la atención sobre él. Luchará solo si la lucha puede traer cambio.
Es incapaz de estereotipar. No es una persona superficial. Aunque pueda parecer egoísta y preocupado solo de su propio placer, en realidad pasa gran parte de su tiempo dedicado a los demás porque le gusta hacerlo.
No se queja de la enfermedad ni anda contándole y quejándose a todo el mundo todo el tiempo sobre ella.
No culpa a los demás. No se mete en habladurías ni propaga informaciones tendenciosas y malvadas. Está demasiado ocupado en vivir su propia vida.
Cree que el orden y la organización es una manera útil de actuar y no un fin en sí misma.
No consulta a expertos ni lee manuales sobre como se deben hacer las cosas, simplemente atacan los problemas de la mejor manera que sabe. Creativamente.
No se aburre, toman todos los acontecimientos de la vida como una oportunidad para hacer, pensar, sentir, vivir.
Es agresivamente curioso. Nunca sabe lo suficiente y siempre quiere aprender más de cada momento de su vida.
No alardea de méritos para que otros le aplaudan. No se siente nunca superior ni actúa como si lo fuera.
No tiene miedo al fracaso. El éxito en algo no es su éxito como ser humano. El fracaso para él es solo un índice de la opinión de otra gente ni le tiene miedo puesto que no afecta a su autovaloración.
No se dice a sí mismo que la otra gente debería comportarse de una manera distinta a la habitual o que los hechos deberían ser distintos.
No es un discutidor terco. Solo expresa sus puntos de vista. No se afana por convencer a los demás porque entiende fútil que alguien tenga que pensar como él.
No tiene miedo a causar una mala impresión pero tampoco hace lo posible por causarla.
No es patriótico respecto a una frontera en especial. Se ve a sí mismo más bien como parte de la humanidad.
No tiene héroes ni ídolos. Mira al resto de la gente como seres humanos y no coloca a nadie sobre sí ni bajo sí mismo en importancia.
No exige justicia en cada ocasión.
Quiere ser victorioso y eficiente por méritos propios en vez de ganar por fallos del contrincante.
Mira adentro de sí mismo para encontrar su felicidad.
No siente placer por las desgracias ajenas.
Se ama a sí mismo, está motivado por un deseo de crecer y siempre que tiene la oportunidad de hacerlo, se trata muy bien a sí mismo. No tiene espacio para sentir autocompasión, ni autorrechazo, ni se odia a sí mismo.
Tiene problemas pero no les inmovilizan emocionalmente. La medida de su salud mental no reside en no resbalar, sino en lo que hacer cuando resbala.
No corre tras la felicidad, simplemente vive y cuando la felicidad llega, es simplemente su retribución. Saben que nada hace que la felicidad sea más inalcanzable que tratar de encontrarla.
…lo mejor de todo es que Tú puedes hacer esta elección ahora mismo, si escoges hacerla.
FUENTE: Texto extraído y resumido por mí del libro “Tus Zonas Erróneas” de Wayne W. Dyer.

lunes, 1 de agosto de 2016

Soy yo no eres tú

La verdad lo que estoy pasando...sientiendo...no se ni que es...no me siento mal...ni bien...me siento sin nada...como que la vidad importa pero da lo mismo.

Lo que vivo contigo....vaya si es especial, te admiro grandemente, soportas y aguantas y se te ve bien y con ganas, a veces parece que nada te afecta, si tienes muchos detalles aunque yo quiera algo mas, si haces cosas maravillosas, como criar a tu hijo, apoyar a tu familia, dedicar tiempo a tu pareja, sacar tu trabajo y apoyar tu labor con brownies..y así sigues fuerte madrugando y acostandote tarde, montando una, dos, tres o mas veces en bus y no se te no ta que te des por vencida...

Yo en cambio no me doy por vencido, pero en estos momentos siento que mi lucha en la vida no vale la pena, es más no se ni siquiera si hay lucha y ni quiero...ahora ya ni la rabia se me queda, antes sabia que me molestaba y me autocastigaba, aislandome y como tenía un trabajo me refugiaba en el y el me sacaba de aprietos con lo que ganaba, si las cosas no eran como a  mi me daba la gana, pues que importa me iba y ya...aunque me aislará, pero ahora eso ya no da resultado, ya no me puedo refugiar en mi trabajo, ahora quiero refugiarme en mi espirtualidad, pero ahora ni eso me sirve, me quiero refugiar en el dinero que he ahorrado y ya ni eso me llena...

El miedo sigue en mi, ya he superado tanto...pero aún estoy tan lleno de miedo, tengo tantos conocimientos y fortalezas pero el miedo me limita y me congela...no eres tu...no es que te falten detalles, no es que en el negocio no hayan locales...es que tengo miedo y no siento fuerza de apoyarlo...mira el viernes me sentía a ratos espantado y no se porque..así que si es cierto es tu negocio no nuestro negocio...no eres tu...eres detallista, algo masculina  pero tienes hermosos y grandes detalles...pero yo quiero esconderme detras de las palabras que te expreso reclamandote...cuando es mi miedo a vivir el que esta dentro de mi y me impide ser lo que te estoy exigiendo y no solo es contigo, es con mi hija, con mis amigos, con mis conocidos...quiero que hagan o sean lo que yo quiero y no puedo...te apoyaré pero definitivamente necesito ailarme un día para mirar si encuentro respuestas...si algo se ilumina...porque así siento que no soy socio..no siento ganas de meditar, de hablar, de criar a mi hija...solo me siento un ente caminando por un sendero que ni mi importa, esperando un milagro y este seguro esta ante mis ojos pero el miedo de caminar ni me deja...

no quiero ni espero una respuesta, mi ego quiere lastima o compasión, si lindo sería la compasión, pero hoy solo quiero desahogarme...nada más...porque ahora nada me satisface ni nada me insatisface...busco y no busco..ni hacer el amor me llena plenamente..algo falta o algo sucede que aún ni se...ni el cine, ni leer, ni meditar...y hasta mi ego esta asustado que ya solo me molesto por segundos y luego todo bien....

Quiero correr tras una estrella y tocarla..y así dejar este mundo siendo una estrella fugaz y no importa si ilumine o no...pero sentir que hubo un propósito...