martes, 21 de junio de 2016

Despertar

Cuantas veces hemos llegado a casa y encendemos la televisión para no perder un programa o no sentirnos solos, cuantos son hinchas de un equipo de futbol y quizás hayas dicho lo doy todo por el, o cuantos han dicho, si tienen un hijo, que lo es todo y sin el morirían, o quizás te encanta estar a la moda en tecnología con el mejor celular y la ropa más actual...cuantas noticias de la televisión te crees? y no miras otras fuentes, eres de un color político especifico?, sigues la ruta conocida solamente-?..en fin hay muchos síntomas de nuestra esclavitud, yo tuve una época hasta hace muy poco donde, para sentirme acompañado e informado, debía encender casi las 24 horas del día la radio, incluso decía que sin tv podría estar pero sin radio no sería capaz, también era de los que creía que salir al campo sin las comodidades de la ciudad era muy duro, también tuve el síndrome de los viernes, donde debía irme a tomar algo o salir para sentirme vivo.

Cada persona tendrá su propia forma de dependencia, la cuestión es como somos conscientes de cada una, o mejor nos gusta ser dependientes?, somos ingenieros, psicólogos, archivistas, recepcionistas, modelos, médicos..si somos la profesión y así nos presentamos....hablamos...caminamos...como nos enseñaron o como nuestro inconsciente lo hizo y ni nos dimos cuenta...y aún no lo hacemos.

yo antes de mi divorcio hable con quien estaba casado exponiendo lo que sucedía en el matrimonio y ella dijo, deja de ser trascendental, insistí y ella se percato y reacciono...separándose...yo que esperaba otra cosa, me dije para que no sigue en mi zona de confort con la monotonía . Si a veces, es mejor seguir en la rutina de la esclavitud y no despertar...porque hasta somos esclavos del miedo a abrir los ojos a la felicidad.

Recuerdo una película muy interesante, El camino del Guerrero, donde en una parte de la enseñanza el alumno aprende que la felicidad no es el fin y no esta fuera de cada uno, es disfrutar del camino, pero para disfrutar del camino debemos dejar de ser esclavos de nuestras creencias. No es que no veamos noticias, no es que no compres un celular o algo que te llame la atención, es tomar conciencia de lo que hacemos y sentir desde el corazón porque lo hacemos....la felicidad es liberar nuestra mente de lo que cree y empezar a sentir el corazón para vivir.

Cuando veo una noticia, ya me doy cuenta si es una mentira sin juzgar, y con el tiempo mi ser desde el corazón me dice que ya no necesito ver esa noticia, ya comienzo a mirar a mi alrededor para ver la belleza de cada noticia, para desprenderme de lo que me quieren vender y evito que me manipulen, ya no interesa el que diran, sino el que sentiran, me vuelvo compasivo y amoroso...dejar mis creencias, esas que hasta por generaciones me inculcaron y que los medios y las circunstancias siguen invadiendo mi día a dia van desapareciendo....recuerdo una anécdota de una persona que amo, donde cree que debe dormir con el ventilador encendido y cubierta con una gruesa cobija, incluso en noches frías, y desde su mente le hace falta, incluso seguro ni dormirá bien si no lo tiene....las creencias parten de lo sencillo...de lo simpre...imaginen como son otras mas complejas que llegan directo al inconsciente para manipular la actuación de cada persona...es hora de despertar y si seguir enciendiendo el ventilador para domir...pero teniendo claro que si no lo tengo también duermo, que la compañía principal soy yo, que no soy la profesión, no soy mi ropa, no soy mi casa, no soy un país, no soy un equipo de futbol, no soy una religión, no soy un partido político...somo seres de luz que sentimos desde el amor, quitándonos esas creencias que son capas, somos libres...y como nos liberamos...callando la mente y escuchando el corazón, el amor siempre ha estado ahí, no aquel que cree que es feliz por lo que llega de afuera...no es el corazón que vibra cuando lo escuchas en el silencio....

lunes, 20 de junio de 2016

Orgullo

Hoy fui a ver una película islandesa llamada Corderos, algo dura donde dos hermanos pastores ovejeros que viven uno al lado del otro, llevan 40 años sin hablarse....hasta que como siempre la vida los pone a hablar...es conmovedora la historia y en especial una imagen final donde un hermano rescata a otro y para evitar que muera congelado lo entierra en el hielo lo desnuda y ambos se dan calor para vivir...dos hombres de más de 60 años desnudos como niños diciendo que van a estar bien. Muy conmovedor, llore de lo tierno y duro que es...reconocer que la vida es bella pero el orgullo es una pared difícil de derribar.

Tantas veces que decir lo siento, perdonar, o buscar a una persona que se alejo a veces sin saber porqué..el orgullo es dentro de lo racional puro ego dentro lo espiritual es puro miedo...si miedo a reconocer que te amo en el fondo de mi ser, porque la esencia es amor, miedo a sentir lo que por esencia somos...es mejor sentir celos, sentir rabia, sentir odio...si es mejor porque así nos educaron y creemos que es lo normal...pero esta película me muestra que eso solo hace que nos alejemos de la esencia divina que Dios puso en cada hombre, por eso para que enojarnos y no contentarnos al rato, porque no decir lo siento aunque el otro no lo diga, porque no dar un abrazo y ya....si porque después de 40 años, o quizás de 40 minutos, ya nos da miedo.

Pero, el miedo se puede vencer, yo lo estoy haciendo, creo que voy en un 50 a 50, si me falta pero más me faltaba cuando estaba lleno de rabia, de ira, de impaciencia, de miedo...ahora soy consciente...que amor es más fuerte y ser y practicarlo derrumba cualquier miedo.

miércoles, 1 de junio de 2016

Ni intentes cambiar a nadie

No intentes cambiar a nadie: limítate a iluminar, porque es tu luz la que invita a tu prójimo a cambiar que en estos tiempos extraños en que elegiste volver, tu tarea, compañero, no es otra que la de “Ser”.
Y si ese que va a tu lado se encuentra dormido acaso, respeta su desarrollo, y su aparente retraso. Contémplalo con ternura y acéptalo tal cual es, y déjalo que prosiga marchando sobre sus pies. No te olvides que él está siguiendo su “plan de vida”: ese que le armó su alma al preparar su venida.

Y tú no puedes lograr que eleve sus vibraciones, ni con presiones abiertas , ni sutiles empujones, porque hay ciclos en la vida que no se pueden forzar: ¡ya su corazón un día se abrirá de par en par!.
Y entenderá cabalmente de forma clara y certera, que esta vida es solamente una ilusión pasajera… Tú entra en tu propio silencio, y en forma suave y callada, deja que tu luz interna se filtre por tu mirada. Tu impronta suave y serena produce su propia acción, y esparce sobre las cosas silenciosa inspiración…
Y cuando dejas que el otro transmute su propia cruz, no intentas cambiar a nadie… ¡pero los cambia tu luz!