miércoles, 5 de noviembre de 2014

Las normas de la educación

En la vida he visto que todo tiene un camino, en las instituciones educativas son una de las fuentes que determinan dicho camino.

Lo curioso es que los caminos el hombre los ha ido acomodando según necesidades y conveniencias, a veces para unos pocos y otros considerado a toda o parte de la sociedad. Todas las instituciones tienen presentan normas, las cuales se deben seguir. Asi la sociedad se ha llenado de normas y cada institución se vuelve un microcosmos que se acomoda a las normas generales y define otras para su espacio.

Estoy de acuerdo con las normas y párametros, creo que la sociedad me ha ayudado bastante en eso, lo que no comparto ya, es que esto sea sin criterio y sin conciencia, a veces las normas se han vuelto por que sí y ya, en otras es por la conveniencia de una persona o de un grupo de beneficiarios, incluso a espaldas de la mayoría.

Pienso que es necesario las normas pero concertadas, y principalmente a conciencia, cada vez comprendo que tomar conciencia para hacer algo es vibrar en paz y armonía y eso permite no dañar y vivir sosteniblemente con lo que me rodea, llamense personas, animales, plantas, cosas...

Las instituciones educativas, como tantas otras, se han vuelto en gran medida y por lo menos varias de las que conozco, acartonadas y cuadriculadas. He tenido varias experiencias, recuerdo dos recientes, una con la hija que la divinidad me entrego  en este camino, a ella le estamos buscando cambiar del colegio porque por un lado es demasiado católico y rígido olvidando a la persona, y por el otro la religiosidad se vuelve asfixiante y no le interesa enseñar a pensar sino solo a seguir. Nos acercamos a un colegio cristiano evangélico, a sugerencia de la madre, y lo curioso es que no nos aceptaron porque no soy practicamente y no me considero cristiano, es curioso porque la institución fue honesta y adujo conflictos para la niña con tener este tipo de educación y en casa el padre brindarle otras opciones, yo por mi parte no le veía inconveniente que ella tuviese diferentes puntos de vista y luego escogiera.

La otra experiencia fue con una película llamada Rojo como el cielo, hermosa y recomendada, es italiana y muestra la historia de un niño que por accidente queda ciego y lo tienen que llevar a una institución "especial" para niños con sus características, cosa muy común en los años 70, lo peor es que llega a una institución dirigida por otro ciego físico y moral, que en vez de potenciar limita a los niños por ser ciegos y solo ve rechazo porque no son normales, al fin triunfa la libertad de permitir que el protagonista sea libre de ser normal.

Ambos casos y en general el análisis con las institución , me han puesto a pensar y concientizar que las normas son válidas, pero siempre en un contexto de libertad y respeto, mi punto de vista es importante pero el de los demás también, las instituciones se han vuelto cárceles a quien quiere expresar su sentir y en vez de enseñar a expresar ese sentir de forma asertiva, se coarta para que no se exprese y todos seamos normales y quien salga de estos parámetros sea rechazado.

Por último le dije a la persona que me entrevisto en el colegio cristiano: Yo quiero que mi hija tenga respuestas a sus porques, no solamente que los obedezca por que sí.

No hay comentarios: