En los últimos días he ratificado escuchando a algunas personas y concretamente a un médico que realiza reuniones semanales sobre sanación, donde se dice que cuando nos expresamos con el adjetivo posesivo MI, como por ejemplo, mi hija, mi madre, mi esposo, etc...pues que esta mal usado porque realmente nada nos pertenece.
Es de suma importancia lo que significa para un ser humano utilizar el MI como adjtivo antes del sustantivo, tradición cultural que hacemos desde niños sin preguntarnos realmente que me pertenece, luego con el pasar de los años se puede escuchar, que mi hijo realmente no me pertenece, o que mi mamá algún día ya no estará en esta vida, en fin, esto denota que en esencia cada ser humano sabe en su ser, que nada nos pertenece. Culturalmente esta enseñanza puede darse como muestra de posesión y de buscar el arraigo y compromiso, pero la verdad lo que se esta gestando es un incremento en el ego y gira entorno a que el mismo ego te controla y sin darse cuenta....nos subyugamos al mismo.
Tomar conciencia y preguntarse porque utilizo tanto el MI, en las diferentes circunstancias de vida, es darse cuenta que realmente lo hacemos por factores externos como el miedo, la rabia, el temor, entre otros, porque queremos aferrarnos a algo, queremos sentirnos importantes para alguien, en fin, buenas justificaciones para afianzar nuestro ego y seguir buscando afuera lo que realmente esta dentro de cada uno. La conciencia de que nada nos pertenece, que la conciencia divina nos facilita personas y situaciones para lograr aprendizajes y crecimiento y así trascender, ayuda definitivamente a liberar el ego y con ello a soltar esos miedos, esas irás, esos temores....y así encontrar el amor puro y agápico...
En este mi mismo blog hace meses me preguntaba como dejar de llamar a mi ex...mi ex...o como dejar de decir mi hija...bueno es sencillo y las respuestas aparecen...mi ex no existe, existe la pareja que Dios me brindo un tiempo, existe la hija que la conciencia divina me facilito durante parte de mi existencia, existe la madre que me acompaña gracias a Dios....en fin quitarlo es seguir liberando el ego y encontrando el amor.
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