
Definitivamente un robo causa molestia, rabia, me imaginaba paseando con mis compañeros perros o con mi hija y que alguien tratará de robarme, y me ponía en el lugar del joven a quien trataron de robar y quien luego agradía a su agresor, me decía eso causa mucha rabia, pero me preguntaba como hace para agradir on tanta molestia a su antiguo agresor, se siente protegido por la gente que lo rodea? se siente presionado para ser aceptado como parte de lo que es justo? este joven le decía a su antiguo agresor, trabaje hp, me pregunto se habra puesto en su lugar, en un país donde el desempleo ronda según cifras oficiales el 10% pero extraoficialmente es mucho mayor, habra pensado si el otro tendría hambre o un hijo que no tenía que comer?...pero bueno eso tampoco justifica que busque robar y dañar a otros....pero el joven ahora se sentía superior porque su agresor estaba caído e indefenso?...y el presunto ladrón habrá pensado en que el joven tiene su vida y quizás esta sin empleo o sintiendo alguna depresión?. Opino que el daño que causamos a otro siempre tiene una causa, y en la sociedad actual ya poco interesa saber que le sucede al otro, si quizás nos pusieramos en el lugar del otro no necesitaríamos que hubiese un robo, un asesinato, ni un crimen, solo veríamos a un hermano que tiene una necesidad y que alguien puede ayudar a suplir.. Pero, lamentablemente, estamos en una sociedad donde vemos la superficie, justificamos nuestro actuar en lo que nos dicen los medios, en lo que dicen algún político mesiánico, y no nos educamos en ser conscientes y ver al otro como parte de lo que soy, somos espejo.
Creo que es necesario reflexionar y no solo juzgar y criticar al otro, cuando lo hacemos estamos pasando por alto que eso que vemos lo tenemos, para que defender un país, una ciudad, una idea sin escuchar y ver al otro, no para que justificarlo, si para entenderlo y más importante aún para comprender....solo recordar al que es cristiano un relato de un tal Jesús, defendiendo a una tal Maria Magdalena ( para mi su pareja ) del ataque de quien la juzgaba y decía quien este exento de culpa que tire la primera piedra...el mensaje verdadero es pongamonos en el luegar del otro seamos compasivos y así nadie arrojará la primera piedra. Debemos trabajar en nosotros, ver lo que sucede afuera, pero ante todo mirarnos a nuestro interior, no permitamos más divisiones por política, por noticias, por deporte, por religión, todos somos parte de todo, todos somos uno.

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