jueves, 12 de mayo de 2016

El miedo a la abundancia

Desde que tengo memoria se me inculco que el dinero es difícil de conseguir, que hay que sudarlo, que hay que cuidar cada centavo, también en mi infancia mi padre se fue al exterior y hubo una época en que sentí y viví falencias económicas reflejadas en alimentación, vestuario...al fin la ayuda de los abuelos maternos nos facilito la vida, luego ver a mi madre trabajar cuando siempre la había visto a mi lado como ama de casa y todo por situación económica. Al crecer ya tenía introvertido por muchas razones, que el dinero era muy importante y que debía cuidarlo y asumí de alguna manera que cuidarlo era retenerlo, ahorrarlo, no darlo.

El tiempo ha pasado, pero he mantenido la creencia, aunque he ido tomando conciencia, de que el dinero es duro de conseguir, que hay que lucharla y que debo conservarlo. En mi mente ha estado presente la sensación que si no guardo seré pobre, si pobre porque también se me inculco y asumí como verdad, que la pobreza es no tener dinero. Asi que fui desarrollando en mi algo de reterner el dinero y ahorrar, ser organizado, ser metódico, trabajador y sudar por conseguir algo. Las creencias que te enseñan tienen lado positivo, como dije me enseño a ser una persona organizada y honrada, pero otro lado aprendí a ser tacaño. Si tacaño, esto lo he sabido durante mucho tiempo pero reconocer no me es fácil.

En mi vida he luchado y desde que hice la primera comunión ahorre en el banco, no soy millonario, pero si he conseguido muchas cosas materiales que me brindan a mi y mis seres queridos un buen bienestar y afortunadamente gracias a la divinidad, nunca he pasado necesidades económicas. He sido un crítico de quienes no ahorran, de quienes no se aprietan para conseguir, de la gente que llamo desorganizada por que no es como yo, por ejemplo mi hermana era una gozadora de la vida, compraba si tenía, rumbeaba, mientras que yo me retenía y abstenía, eso me daba rabia y realmente envidia...pero no sabía como hacerlo, mis creencias me lo impedían.

Así crecí y ahora estoy donde estoy y no le echo la culpa a nada ni a nadie, son aprendizajes y aunque muy arraigados se que puedo cambiar y lo he hecho en gran medida. Recuerdo que yo he querido aparentar que no soy tacaño, como pues gastando, gastaba pero me molestaba, por un lado gastaba si salía con una mujer para que no dijera que era tacaño, pero por dentro me molestaba que yo gastará, también lo hacía porque un hombre es un caballero, y claro algunas mujeres aprovechaban eso y aún seguro lo hacen, pero el verdadero aprovechado soy yo por no hablar para demostrar lo que soy...en fin así he vivido. Algunas veces eso ha pesado y algunas personas se han aprovechado porque lo he permitido, otras he explotado injustamente o justamente, y otras mejor no participo y salgo para otro lado.

Ahora que no tengo un empleo, siento que debo cuidar mucho el dinero, y me duele gastarlo, pero más que dolor tengo miedo, miedo a no ser capaz de mantener un estilo de vida, de caer en la pobreza, de perder lo que tengo, que mi hija no pueda estudiar en universidad, de que el dinero se acabe, pero el verdadero temor es el miedo a la abundancia, sé que esta ahí para todos y para quienes se atreven, Dios la brinda para que el hombre decida recogerla, pero el miedo la evita, y como mis programaciones son arraigadas por la carencia y temor a la pérdida, estoy viviendo la transformación de dejar el miedo a la abundancia y darle la bienvenida, pero la transición no es sencilla y duele.

Se vienen dando hechos, que no puedo atribuir a este miedo, pero puede ser, se quiebran platos en mi casa, se quiebra un televisor de 40 pulgadas con 4 meses de uso, un celular con 6 meses, el celular de mi hija y de la madre de la hija, se daña la nevera...de alguna manera hoy siento que este quebrar además de mi pie hace ya 4 años, es una forma de mostrarme que debo romper el miedo a la abundancia y al amor.

Hoy estando con mi mejor y amada amiga, con quien siento una gran compenetración salió este miedo, la hice sentir culpable, la hice sentir humillada, y la verdad lo siento mucho y pido me perdone y al mismo tiempo le agradezco porque me ha mostrado que sucede, pero me sigo sintiendo avergonzado por lo sucedido, por un lado por ser tacaño y por otro por haberle reclamado injustificadamente que ella no me invita a nada y que lo ha hecho poco, claro se altero y yo queriendo justificar mi actuar creo que la hice sentir más mal, ahora no quiero justificar nada, me comporte inadecuadamente y fue por mi miedo a saber que debo aceptar que tengo miedo a ser abundante porque he sido tacaño, porque tengo abundancia pero me da miedo manejarla y multiplicarla y así mejor le echo la culpa a las situaciones o a los otros...amiga tu no eres culpable, tú eres y has sido una gran luz y me has ayudado mucho y si debo decir las cosas pero también se junto mi miedo a aceptar que me equivoco y que también soy machista en algunas situaciones, así que mejor explote cuando no debía...si debo cambiar y decir lo que pienso antes y con asertividad y respeto, se que somos amigos y he proclamado ser comunicativo, se que soy a veces grosero....gracias y lo siento...

Y ahora seguir el proceso que sé que aún no tengo todo claro pero definitivamente mi tacañería debe cambiar para abrirme a la abundancia.

Gracias....lo siento...perdón....te amo.

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