lunes, 3 de octubre de 2016

El perro y sus enseñanzas

Yo actualmente vivo con 4 perros y un 2 gatas, desde que tengo uso de memoria he tenido animales conviviendo. Antes y como fui criado, decía que eran mis mascotas, me sentía superior...todo eso lo he ido revaluando con el pasar del tiempo y el aprendizaje de vida. Confieso que siento mayor atracción por los felinos que por cualquier otra especie animal. Algo me conecta con los gatos desde hace mucho tiempo, me encantan y me atraen gratamente...su mirada, sus juegos, su independencia.

También confieso que a veces he maltratado a los animales que me acompañan, con gritos o castigos de los cuales siento que fui fuerte, en especial con los perros. Hace poco más de dos meses, por mi casa paso un señor con un perro criollo y le pregunte que hacía y me dijo que lo llevaba a regalar porque era muy travieso, el perro tiene un año largo, y le dije pues regalemelo y así fue, lo entre y guarde en un baño mientras lo socializaba con los otros perros, el animalito muy asustado gruñia y se hizo poco del miedo por el cambio de ambiente y de compañeros, al poco tiempo se adapto. Y si es travieso y muy inquieto.

Decía que yo antes les decía mascotas, y ahora les digo compañeros, estos animales yo ya siento que no soy más que ellos, más que nadie en la naturaleza, que cada uno comparte lo que tiene, unos su cariño, otros su conocimiento, en fin damos lo que somos es así como un árbol nos brinda frescura, frutos y oxigeno, yo no soy mas que el árbol, somos compañeros en el paso por esta tierra. Esta visión se me viene despertando al ver que cada cosa creada en este mundo merece respeto y amor y que así me lo brindan, así admiro cada paso que doy y puedo ver la belleza de dios en todo, incluyendome a mi.

Bueno volviendo a mi nuevo compañero canino y recordando los otros tres, a veces me desespero con ellos, siento que me desahogo de una forma fuerte y es una forma de desquitarme con lo que me pasa en el día a día, siento que que me desquito enojandome con los perros, en especial con el nuevo que es más inquieto y desobediente, les he pedido disculpas y ciertamente ellos a veces me tienen miedo, pero sienten mi arrepentimiento, creo que aún me falta, ya les dedico más tiempo para acariciarlos y pasearlos, pero aún me desespero con menos intensidad.

Cada perro y perra, cada gato y cada animal que he tenido como compañero, agradezco lo que me han brindado y pido perdón por mis equivocaciones...gracias porque han sido grandes maestros, con su mirada, con sus gruñidos y arañetazos. Mi nuevo compañero me esta enseñando que siempre esta para alegrarse cuando me ve, para gruñir cuando le doy la comida y lo molesto, para ladrar cuando quiere salir...para mostrarme que siempre esta ahí con su cariño y gratitud...aún en los momentos que lo castigo o lo grito...así debería ser yo sin dejarme enojar porque el amor esta por encima de todo...

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