Hoy y mañana se conmemora en mi ciudad y en gran parte del mundo católico el día de las velitas, llamada en honor a la concepción del maestro Jesús por parte de María. Bueno yo siento que hoy es un día de luz porque en cada ser humano se lleva la luz divina, la vida que es Dios mismo y del cual Jesús vino a enseñarnos.
Lo importante es que más allá de cualquier religión, comprendamos que la luz de cada ser es única e ilumina siempre...es dios en mí, y siempre esta a la espera a que la busquemos para que encontremos la conexión. Muchos le vamos colocando capas para ocultarla por el miedo que la apaguen, pero lo cierto es que los otros no la pueden apagar, somos cada uno los que decidimos si se apaga...o eso creemos, porque esa luz no se apaga, se oculta y puede atenuarse, pero no se apaga, incluso al morir no se apaga, el cuerpo que es el vehiculo se va, pero la luz trasciende. Es por ello que debemos celebrar siempre que nuestra luz sea iluminación para nuestro camino y que podemos ayudar a otros.
La luz que encedemos con una vela, es un propósito de mostrar parte de nuestra luz y es amor, además es una forma de comunicarnos y llamar a otros seres de luz que están en esta y otras dimensiones, es un juego de amor buscando fortalecer para crecer, así que dejemos que esta luz salga cada vez con mayor intensidad, ser iluminado es estar en paz...ser iluminado va más allá de cualquier religión..seamos esa luz sin miedo...como parte de la vida caminemos con paso firme y vamos derrotando el miedo.
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