Ser prestante

Esta intensa semana trae grandes enseñanzas, en estos días han sucedido dos grandes noticias que me han tocado grandemente. Por un lado un joven de 25 años fue muerto en un intento de atraco al tratar de huir, fue cerca donde esta circulando por un sector que frecuento y ese mismo dia me entere de la muerte de una niña de 7 años, un año menos que la hija que la divinidad me entrego, que fue violada y asesinada por un hombre de una prestante familia.

Los casos me impactaron y me hicieron sollozar, el dolor que me causan ambos hechos es fuerte y la tristeza aún me recorre al leer detalles de una y otra muerte. Caminando hoy me resonaba la palabra prestante, pues así en algún momento los medios colocaron un titular o parte de un texto para referirse al presunto asesino y abusador de la niña. La reflexión, mientras caminaba me permitió llegar a  concluir que ambos casos fueron causados por seres humanos que se han enfermados y donde la familia y la sociedad tenemos responsabilidad.

Miremos, por  un lado quien mato al joven de 25 años fue otro joven que nació en algún lugar de la ciudad de ingresos económicos bajos probablemente, donde quizás la familia no era muy funcional, y él buscó alguna forma de ganarse la vida, sea por obligación o gusto, decidió emprender un camino donde quitar la vida de otro era posible por conseguir un objetivo, en este caso económico y problamente ya lo habria hecho antes o habría incurrido en hechos similares. Por el otro lado, esta un arquitecto hijo de familia prestante, con dinero, donde por la parte económica al parecer, no falto nada, tenía educación tradicional de escuelas renombradas por la tradición y era reconocido en su ciudad por el nombre de su familia, él también decidió escoger como ganarse la vida y también decidió como lograr objetivos donde quitar la vida de otro ser podría suceder.  Pero bueno, quien soy yo para juzgar, la verdad no es mi propósito, no deseo juzgar y eso mismo pensaba al caminar, yo estoy contribuyendo a criar una hija, creo estar dando lo mejor, aunque hay días que veo que escucha reggueton o ve series animadas violentas, donde me pregunto que faltará o si estaré en lo correcto, y al fin creo que brindo mi mejor intención, pero que aún así no soy su única influencia, su madre, de quien estoy divorciado hace más de 5 años, tiene creencias y formas de educarla diferente, la familia de ella y la mía, mi pareja actual, el colegio, sus pares...todos influyen, y esa influencia la va marcando para que ella se forme y tome sus decisiones, que yo guardo la esperanza sean las mejores...pero el camino que ella recorra será su decisión, yo desde mi ser doy lo que conozco sin que ello exima que tengo velas en el entierro si ella comete alguna falta...también somos corresponsales de los que los semejantes hagan o dejen de hacer, y entre más cercanía más responsabilidad, sin querer decir que seamos los que cumplamos una pena por ellos, cada uno asume según su responsabilidad.

Volviendo al tema de esta entrada, siento que todos los seres decidimos como actuar y estamos influenciados por todo lo que nos enseñaron y lo que percibe nuestra conciencia de todo lo que nos rodea, que necesitamos que nos ayuden y guien en algun momento de la vida y esa guía debe ser honesta, es necesario aquella guía que nos muestre con firmeza aciertos y equivocaciones, acolitar comportamientos porque es mi hijo o porque me da pesar no es justificable. Por la mente de estas dos personas que quitaron vida, pasaron muchos pensamientos y gran parte de ellos fueron aportados por su familia, otra por la sociedad y se formo la propia, así que el ser prestante no es por de donde venga mi dinero, el verdadero ser prestante, es quien asume su actuar desde donde este, y respetando el ser del otro, el ser prestante verdadero es conciente de lo que puede hacer y todos debemos contribuir para que la sociedad se respete desde el amor, cuando esto se pierde y nos alejamos de la intuición divina de la que estamos dotados, cometemos errores que pueden ser fatales, andamos sin rumbo...y por favor no juzguemos, hasta el asesino de la niña sabe que todos tenemos responsabilidad porque a veces es más fácil dar una moneda que dar la mano.