La
verdadera abundancia comienza a partir del aprecio y el
agradecimiento. Ser agradecidos enfoca nuestra atención en lo que sí
tenemos, ayudando a que esas cosas crezcan.
Acostúmbrate
a decir gracias. A expresar tu agradecimiento, sinceramente y sin
esperar nada a cambio. Valora realmente a quienes te rodean y
rápidamente tendrás más personas a tu alrededor. Agradece sinceramente a
la vida, y verás que tienes más vida aún.
Las
cosas que agradeces crecerán: tus clientes, tu negocio, tus
habilidades, tu familia, tu fe, tu círculo de amigos, tu Ser, tu Amor.
Y, sobre todo te darás cuenta que todo eso que ha crecido en tu vida, ya
estaban ahí, en tu interior y solamente le abriste las puertas para que
se manifestaran en el exterior.
¿Deseas “tenerlo todo”? Con una actitud de gratitud te darás cuenta de que ya lo tienes todo.
Todo lo que alguna vez puedas desear ya
está en tu interior.Tú solamente debes valorarlo, amarlo y nutrirlo lo
suficiente de manera que se exprese fuertemente en tu vida.
Sé agradecido por ser la persona que
eres, por estar en la situación en la que estás,por los desafíos que se
te presentan. Ese es el primer paso hacia una vida plena y positiva. Tu
sincera gratitud atraerá abundancia a tu vida!!!
LA GRATITUD EN LOS MOMENTOS DIFÍCILES.
Dar gracias a Dios todos los días por las
infinitas bendiciones que nos ofrece nos abre el camino para que nos
lleguen más bendiciones. Cuando nos sentimos agradecidos por nuestras
experiencias pasadas y presentes, transcendemos los juicios de lo que
consideramos que está bien o mal.
Pasamos
de ser víctimas a ser conscientes de nuestro poder de elección. Podemos
elegir agradecer las oportunidades que nos ofrece la vida de aprender y
avanzar o podemos simplemente quejarnos de lo que nos ha tocado vivir.
Cuando agradecemos lo que nos sucede, le estamos diciendo: SI!!! a la
vida.
SI!!!
estoy dispuest@ a aprender las lecciones que necesito aprender, ya sean
de relaciones, laborales, de salud, económicas o profesionales.
Sin
embargo, agradecer lo que aparentemente puede parecer un desastre es
bastante más difícil que sentir agradecimiento cuando todo nos va sobre
ruedas.
Agradecer
no implica negar el dolor, pero cuando transcendemos el dolor, la
rabia, etc…, agradeciendo en medio de la situación que nos ha tocado
vivir, nos abrimos a las infinitas posibilidades que nos brinda la vida
de avanzar hacia más felicidad y más plenitud. Muchas personas han
declarado que después de sufrir desengaños, pérdidas, enfermedades,
incluso vivencias tremendamente traumáticas, se han sentido agradecidos
por las experiencias que les han aportado.
La
pérdida de un ser querido les ofreció la oportunidad de valorar a los
personas que aún estaban a su lado, de agradecer los momentos vividos
junto a la persona que falleció y a ser más amorosos y tolerantes con
los demás. Las dificultades económicas les ofreció la oportunidad de
apreciar lo que ya tenían y a emplear sus recursos personales yacentes,
para crear más prosperidad y abundancia en su vida.
La
separación de su pareja, les brindó la posibilidad de ser
independientes económicamente y a mejorar su autoestima, ofreciéndoles a
su vez una nueva relación, más profunda y sincera. Una enfermedad les
ayudó a sanar su relación con el pasado, a perdonar, liberándolos del
enorme peso del resentimiento.
El
traslado a otra ciudad, les ayudó a expandir sus horizontes, conocer a
otras personas y a superar limitaciones que quizás no hubiesen logrado
quedándose en su ciudad. Un problema laboral, les empujó a salir a
buscar otro puesto más satisfactorio a nivel creativo y económico.
Agradecer a Dios en medio de todo lo que estamos viviendo en el
presente, aunque momentáneamente no veamos el porque de una situación
dolorosa, nos da el poder y la energía necesaria para realizar cambios
positivos. Nos ofrece la oportunidad de crecer y de avanzar en todos los
aspectos de nuestra vida. Si nos quedamos en el victimismo, quejándonos
de nuestra mala suerte, perdemos la oportunidad de sacar todo nuestro
potencial a la luz…nuestra creatividad, nuestros talentos, nuestros
recursos internos, nuestro ser. Hay una enseñanza Metafísica que dice:
“Bendigo el bien en esta situación…y quiero verlo. Gracias Padre”. Y,
ésto es, que por difícil que parezca la situación, es que detrás de todo
“aparente” mal, siempre hay un bien.
Cuando nos ocurre algo que no entendemos, podemos preguntarnos:
1.- qué puedo/que necesito aprender de esta situación?
2.- Cómo puedo mejorar mi vida y la de los que me rodean?
3.- Qué lecciones esconde este acontecimiento?
2.- Cómo puedo mejorar mi vida y la de los que me rodean?
3.- Qué lecciones esconde este acontecimiento?
Siempre podemos elegir. El momento de
poder está siempre en el presente y es sólo transcendiendo lo
aparentemente nefasto que podemos cambiar el futuro. Es en el presente
que creamos nuestro futuro. El pasado, pasado es…y el futuro no es más
que un presente continuo y sincronizado. Toma tu presente y actúa:
Agradece a Dios la oportunidad que te ofrece de aprender y alcanzar tus
sueños.
Enviado por Abjini Arraiz
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