Ayer se cumplió un aniversario del fallecimiento de esta vida de un ser que ame como parte de mi prójimo y de mi vida matrimonial, la que en vida y durante 7 años fue la suegra que Dios me brindo, se fue súbitamente, dejando en sus seres queridos interrogantes por su ida "prematura" y un recuerdo indeleble a quienes toco con su ser.
Yo fui un ser tocado durante un tiempor por dicha persona, ella siempre me desperto sensaciones encontradas pero claras de que su luz era única y me iluminaba de manera especial, hubo momentos de distancia y temores, de abundancia y de escacez en la relación. En esencia fue algo que aporto a mi vida crecimiento y mostro un amor desinteresado y honesto.
Después de su partida en esta vida, sentí su presencia durante mucho tiempo, aún hoy, con menor intensidad, se siente y la hija que Dios me brindo, también lo hace. Sé que aceptar y permitir la partida de un ser como ella, para su familia no es sencilllo y con seguridad aún no me siento preparado para que suceda en mi vida con seres tan cercanos, lo que sé es que en el proceso que estoy viviendo de despertar interior, es posible llegar a sentir que la persona como la conocemos parte, pero su luz se sigue transformando.
Recomiendo vean peliculas y testimonios del brasileño Chico Xavier, en especial su pelicula Nuestro Hogar, muestra como nuestra luz sigue irradiando desde de otro nivel su energía, es así que SINTAMOS y lo escribo en mayúsculas, porque no es pensar, ni razonar...es sentir, que la verdadera conexión con Dios es sintiendo que existe y la existencia va más allá de lo físico. Ella esta ahí y los seres queridos lo están, puede que hasta nos hablen y aún no sabemos o estamos preparados para escuchar, pero no tengamos miedo, amemos y sintamos la luz que irradian los seres que se fueron de este mundo y están en otro donde el amor y las vivencias se disfrutan diferente.
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