miércoles, 21 de agosto de 2013

Familia

La familia es esencial en mi vida...he sido un ser que creció en una familia de padres separados, durante mi infancia fui feliz y me críe con mis abuelos, mi madre y hermana. Mi padre emigro y realmente nunca mis padres se volvieron a reunión como pareja, eso marco mi vida profundamente. Mi familia era más bien parca en cariño, el amor se sentía pero no se mostraba, durante mi primera infancia tengo muy bonitos recuerdos y hasta llegada la adolescencia siento que me desempeñe muy bien como un ser sociable y abierto...con el tiempo me sentí un ser introvertido y tímido que se refugió en el estudio, fuí poco sociable y de pocos amigos... mi vida transcurría entre leer, estudiar y mi familia, la ausencia de mi padre, el mutismo de mi madre y la distancia de abuelos...me marcaron bastante, con el tiempo entendí que tenía sus formas de ser y dieron lo mejor, los perdone, me perdone y ame. Durante mucho tiempo no creí en el amor, por lo menos en lo que aprendí era amor, aquel donde se entrega, se exige, se posesiona, etc, así que para mi el amor era dolor, era sufrir, era algo que no deseaba, también pensaba que para que casarme y mucho menos tener hijos...hasta ya siendo un adulto conserve estas creencias, pero en mi ser había una búsqueda constante de respuestas...me encerre mucho en mi, me aisle y no permitía que nadie se metiera en mi vida, aún conservo parte de eso...me volví o creí serlo, un ser autosuficiente donde poco me importaban los demás, vaya tontería de mi parte. Fui un ser que conoció muchas personas, en especial las mujeres, con las que me relacionaba y sentía más honesto y sincero, pero no me entregaba, tenía miedo a amar y que me hiceran daño, así decía que no tenía novia sino amigas, me hice e hice daño, porque una relación forma lazos y a veces no me interesaba aclarar y me dejaba llevar por las circunstancias...hoy ya he pedido perdón por dicho comportamiento a las personas que pude afectar. Cuando decidí formar familia, pensaba en hijos, mejor dicho en un hijo y ya, al fin accedí a dos....mi matrimonio fue muy feliz y disfrute mucho, aún así hubo mucho de mi vida que me marco en el matrimonio, tuve comportamientos de introversión, aislamiento pero en general dí lo mejor de mí, ya había empezado un proceso desde hace años, de transformación interna y de búsqueda de Dios por caminos más sanos y verdaderos....pero bueno las circunstancias de vida definieron otros caminos y me divorcié. Hoy siento que me gustaría tener nuevamente una familia, pienso en mi hija y quisiera que sus padres estuviesen como familia para ella, esto me recuerda una amiga joven que tiene una hija y dice que desea conformar su hogar con su pareja para toda la vida....pero lo que sucede es que a veces nos programamos y creemos que algo dura para toda la vida, yo he conscientizado que la duración de algo al decir toda la vida, puede ser relativa, para una hormiga toda la vida puede ser un día y hasta para un ser humano....lo mejor es disfrutar el momento. Toda la vida dura lo que tiene que durar y debemos cambiar de programación, aún anhelo que mi hija tenga a sus padres unidos, pero ya se que no lo hago desde mi sentir sino desde mi ego, o por lo menos cada vez es más desde mi ego, por fortuna ya lo sé, que mi ego juega con la programación de vida donde desde pequeño te dicen se casa para toda la vida y toda la vida es hasta su muerte, ahora sé que el amor existe, que se transforma, que dura por siempre pero no igual, que puedo tener una pareja por un segundo, un año o muchos años, y durante el tiempo que sea debo disfrutarlo...voy aprendiendo que familia estará siempre si aprendo y sigo cultivando el amor y no necesariamente tengo que estar unido con la madre e mi hija, mi familia seguirá siendo mi núcleo principal, mis amigos, y todo ser con el que formo una relación fructifera en amor verdadero....pero mi ego esta latente...no puedo descuidar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola, kiero saber como estas

SerFelizSER dijo...

Estoy creciendo y fluyendo...la vida lo exige.